¡Viva la solidaridad de la clase trabajadora y la juventud!
La conmoción es inmensa y el dolor insoportable. Cientos de muertos, que pueden ser muchos más de lo que dicen las cifras oficiales, incontables desaparecidos, miles de casas destruidas, localidades y barrios colapsados de lodo, familias que lo han perdido todo. Sin agua, ni electricidad, ni comida, ni servicios sanitarios.