Los pasados 22 y 23 de enero, miles de docentes en la CAV fueron a la huelga, llamados por los sindicatos ELA, LAB, STEILAS y CCOO. De la misma forma, en las próximas semanas irán a la huelga el personal del Consorcio Haurreskolak (28 y 29 de enero), así como los y las trabajadoras de cocina (30 y 31 de enero) y limpieza (19 y 20 de febrero) de los centros. Desde Ikasle Sindikatua queremos trasladar todo nuestro apoyo y solidaridad a dichas convocatorias.
Tras la aprobación de la Ley Educativa de la CAV, en septiembre de 2023, la destrucción de la escuela pública se ha acelerado aún más, mientras la cifra de escolarización en centros privados y concertados continúa aumentando. El PNV ha convertido la CAV en el territorio donde más privatizada está la educación a escala estatal y el segundo en Europa. La consecuencia: una mayor segregación escolar clasista y el cierre de centros públicos. Con la nueva ley en la mano, las y los hijos de las familias trabajadoras estamos sufriendo un mayor abandono y degradación de nuestras escuelas e institutos públicos.
Las primeras jornadas de huelga han tenido un seguimiento masivo entre el profesorado, superior al 75% de media, alcanzando cifras por encima del 80% en muchos centros públicos, como Salburua HLHH o Zabalgana BHI. El miércoles 22, más de 10.000 docentes recorrieron las calles de Bilbo y al día siguiente varios miles llenaron las calles de Gasteiz, Donosti y Bilbo en las movilizaciones descentralizadas.
Las multitudinarias manifestaciones de estos días, han demostrado una voluntad de lucha maravillosa por parte de los profesores y profesoras. Esa fuerza se verá reforzada en las próximas convocatorias de personal no docente y trabajadores y trabajadoras de cocinas y limpieza.
El mensaje que el Departamento de Educación de Gobierno vasco envió a las familias de los estudiantes el viernes anterior a las movilizaciones demuestra su completa debilidad y cómo, mediante la movilización, podemos hacerles torcer el brazo. Un mensaje bochornoso contra la huelga, tal y como denunciaron los propios sindicatos convocantes[1], señalando que el gobierno PNV-PSE lleva años mejorando la educación pública y su disposición a la negociación. Esto contrasta de forma manifiesta con la realidad: el convenio del colectivo de docentes no ha sido renovado desde 2010 y el del personal de cocina y limpieza y el del Consorcio Haurreskolak desde 2009.
Resulta escandaloso que el mismo gobierno vasco que continúa su política de privatización y de segregación en nuestros centros educativos, que plantee abiertamente el cierre de algunos de ellos o que trate a los huelguistas como criminales, ahora enarbole la bandera de la negociación y de la defensa de la educación.
Nosotros y nosotras lo tenemos muy claro: estas semanas de movilizaciones tienen que ser el pistoletazo de salida de una huelga unitaria, que agrupe a todos los sectores laborales: profesores y profesoras y personal no docente y de cocinas. Una huelga que incluya también a los y las estudiantes, que vemos como día tras día nuestra educación se devalúa y se privatiza. Una que tendría un apoyo masivo en el conjunto de la población y en la que implicásemos a la Plataforma en defensa de la Escuela Pública Vasca, al igual que hicimos en 2022.
Los y las compañeras de Ikasle Sindikatua estaríamos, como ya estuvimos en 2022, en primera línea de batalla para defender nuestra escuela pública y convocaríamos esa huelga de forma militante y entusiasta.
¡Acabemos con la privatización y defendamos una escuela pública vasca única, 100% pública, laica, científica y euskaldun, gratuita desde infantil a la universidad!
[1] https://steilas.eus/es/2025/01/20/ante-la-carta-del-gobiernovasco-la-huelga-es-el-camino/