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El abandono institucional y la degradación de nuestros barrios están a la orden del día en todo el país, pero todos los problemas que ya sufríamos se han exacerbado: recortes salvajes en servicios públicos básicos como sanidad y educación, por no hablar ya de la limpieza y el transporte público… En Sevilla, con tres de los cuatro barrios más pobres del Estado Español, la situación se ha hecho insostenible y ha estallado con un movimiento vecinal impresionante contra la avaricia de ENDESA y los cortes de suministro eléctrico que hemos sufrido justo cuando las olas de calor eran más sofocantes.
Es difícil definir como hemos vivido este verano, con cortes diarios que estropean la comida, los motores de los electrodomésticos, impiden cocinar y sobre todo huir del calor. Encender el aire acondicionado ya es de por sí un lujo para muchas familias, pero ahora, ni un mísero ventilador se puede enchufar. Por eso mismo hemos gritado ¡Basta!
Hace pocos meses los vecinos de barrios como Su Eminencia comenzaron a movilizarse cortando calles y avenidas. Tras esto, las acciones se extendieron a otros barrios, se hicieron asambleas, concentraciones, se entró en el pleno del Ayuntamiento e incluso manifestaciones frente a Endesa, la principal responsable. La respuesta de las instituciones fue activar la represión policial, como la que acabó con la violenta detención y la agresión a uno de los portavoces de Barrios Hartos, la coordinadora de plataformas vecinales que ha impulsado la lucha.
¿Pero de dónde vienen estos cortes? La respuesta de la empresa ha sido insultar a nuestros barrios refiriéndose a ellos como “conflictivos”. ENDESA ha tenido la arrogancia del que se siente impune, asegurando que la culpa es nuestra, de los enganches ilegales y del cultivo de marihuana. ¿Qué culpa tenemos los vecinos de esto? ¿Qué tenemos que ver nosotros con la mafia de la droga que destroza nuestros barrios? ¿Por qué la policía carga violentamente contra los vecinos en lucha mientras los narcos siguen con su actividad?
Pero incluso este argumento no es más que una cortina de humo. La verdad es concreta: los cortes de luz tienen un origen claro y es la falta de inversión en nuestros barrios. Los transformadores e instalaciones tienen desde 40 hasta 60 años, datan de la época de la dictadura. Como se atreve una multinacional que obtiene beneficios millonarios, casi 2.000 millones de euros en 2021, a mentir e insultarnos de esta manera. Que todos esos millones se inviertan de una vez en renovar toda la infraestructura que sea necesaria.
La actitud de la Junta del PP y del ayuntamiento del PSOE
La Junta de Andalucía se ha posicionado claramente al lado de ENDESA y contra los vecinos. Antonio Sanz, segundo al mando de Juanma Moreno, no se ha cortado un pelo llamándonos delincuentes y comprando el discurso oficial de la multinacional.
La actitud del Ayuntamiento dirigido por el PSOE, y sostenido por Unidas Podemos, ha sido bastante lamentable: en palabras aseguraban que nos apoyaban, pero en los hechos han dificultado las movilizaciones, echado balones fuera e incluso boicoteando nuestras acciones. El Ayuntamiento de Sevilla lleva años olvidando a los barrios más humildes y únicamente trabajan para el turismo, el centro y los barrios burgueses.
El Gobierno central también ha tenido que tirar de las orejas a la Junta, indicando claramente que las instalaciones son deficientes. Pero los discursos que se quedan en nada no nos valen. Si este gobierno de verdad fuese un gobierno de izquierdas y apoyase los intereses de la clase trabajadora, ya habría resuelto la situación. Tanto los cortes como los abusos en la factura se resolverían inmediatamente nacionalizando la empresa bajo el control de los trabajadores y comités vecinales, que pudiesen dirigir las inversiones necesarias. Si antes fue pública, ¿por qué no de nuevo?
Tras las ocupaciones de los centros cívicos, el 10 de septiembre gran manifestación
Tras varias semanas de movilizaciones decidimos dar un paso adelante, ocupar los centros cívicos de nuestros barrios tanto para refugiarnos del calor como para intensificar y sumar más vecinos y vecinas a la protesta. Ocupar fue todo un acierto y la acción se extendió con rapidez, los medios de comunicación incluso hacían cola para entrevistarnos y sobre todo conseguimos coordinarnos un gran número de vecinos a través de asambleas donde decidíamos los próximos pasos.
Aunque muchos esperaban que nos aburriésemos encerrados en un edificio y al cabo de días volviésemos a casa, nada de eso ocurrió. Convertimos estos espacios en centros de la movilización donde poder hacer carteles, panfletos, pancartas y organizar distintas acciones señalando a Endesa, a la Junta y el Ayuntamiento. El ambiente de fraternidad y apoyo mutuo de cientos de vecinos que nos turnábamos para tener siempre gente ocupando el lugar impidió que nos llegásemos a cansar o quemar.
Es un principio que la lucha siempre paga. Y eso es lo que ya ha ocurrido: hemos logrado que la empresa reconozca que hay un problema con la infraestructura y haya comenzado a instalar nuevos generadores en diferentes barrios. Es una primera victoria, un primer paso adelante fruto de nuestra determinación, pero no cejaremos hasta que veamos todas las obras terminadas y funcionando en todos los barrios que lo necesitan.
Tras dos meses de lucha y 30 días de ocupación desde Barrios Hartos y las plataformas vecinales hemos convocado una gran manifestación para el 10 de septiembre que recorrerá todo el centro de Sevilla con el lema “En defensa de los barrios obreros”. Obviamente el punto central son los cortes de luz y los abusos en la factura (a lo que se le suma el nuevo tope del gas) pero también el resto de graves problemas y el abandono que sufren nuestros barrios.
Los compañeros de Izquierda Revolucionaria estamos implicados activamente en esta movilización, defendiendo la nacionalización de las eléctricas y las justas demandas de los vecinos y vecinas. Es el momento de reconstruir el movimiento vecinal y de fortalecer Barrios Hartos.
Todos los barrios obreros de Sevilla, todos los vecinos y trabajadores de esta ciudad, a las calles el 10 de septiembre. ¡A reclamar la dignidad que es nuestra por derecho!
¡Nacionalización de las eléctricas sin indemnización!