Ayuso supera sus propios límites de clasismo reaccionario y establece que para recibir sus populares becas a familias ricas no solo sumará puntos cada hijo que componga la unidad familiar, sino también los “concebidos, pero no nacidos”. Es decir, una familia con un hijo que ingrese 107.739 euros anuales, una cantidad más que ingente, podrá beneficiarse de las arcas públicas a través de esta beca. Pero si además esperan otro hijo, podrán cobrar esta beca a pesar de llegar a ingresar ¡143.652 euros anuales! La aplastante mayoría de los jóvenes jamás veremos una cantidad ni parecida entrar en nuestros hogares, especialmente en una Comunidad en la que más del 70% de los trabajadores no llegan a ingresar 30.000 euros anuales.
Por si esto no fuera suficiente, si esa misma familia de la calle Serrano cobra la ayuda, pero el hijo no llega a nacer por algún problema ¡Se quedan la ayuda! Es sencillamente increíble. Los niños, niñas y adolescentes de las familias trabajadoras nos morimos del asco sin plaza en centros públicos y nuestros centros de estudio se caen a pedazos. Si hablamos de la sanidad, las listas de espera duran varios meses y la situación es catastrófica: recientemente trabajadores de las cocinas del Hospital Público Gregorio Marañón, denunciaban que “las ratas se mueven por donde les da la gana”. Un ejemplo muy ilustrativo de cómo para esta neofascista y los suyos, los derechos de los ricos, aún antes de haber nacido, están muy por encima de los nuestros.
El derecho al aborto también en el punto de mira
Díaz Ayuso sigue a paso firme los pasos del trumpismo. Hace unas semanas conocíamos que los sectores afines a Donald Trump en el Tribunal Supremo de EEUU negaban este derecho a las mujeres norteamericanas sin el menor reparo. Y es que la línea de esta seguidora fiel va por el mismo camino. No quiere sólo robar los recursos públicos para entregárselos a manos llenas a sus amigos los grandes empresarios que construyen hospitales que son auténticos garajes -como el Zendal -, o comprar a precio de oro mascarillas defectuosas. También atacan nuestros derechos democráticos más básicos. El derecho al aborto, una de las banderas del poderorísimo movimiento feminista que les ha denunciado y combatido en las calles, está también amenazado.
La hipocresía y la demagogia de Ayuso no tienen fin. Ella se llena la boca hablando de libertad. Reconoce como una “persona” con derecho a ser becada al embrión de una familia bien. Ahora bien, su respeto “por la vida” es más que cuestionable. Porque las mujeres trabajadoras que, no sólo han nacido sino que ya están en edad de reproducirse, se encuentran con que cuando quieren ejercer su derecho al aborto en los hospitales públicos de Madrid, esto es sencillamente imposible. La semana pasada el Defensor del Pueblo denunciaba que en el año 2020 no se realizó ni un sólo aborto en los hospitales públicos de Madrid. ¡Ni uno! El respeto “por la vida” de estas mujeres humildes es igual a cero. El respeto a que los niños y niñas de familias trabajadoras que nazcan, puedan vivir con garantías plenas, con recursos, con derecho a una vivienda digna, a la educación y a la sanidad públicas. ¡Eso a Ayuso le importa un bledo!
Libertad para los ricos e imposiciones medievales para los demás. ¡Hay que echar a Ayuso de la CAM!
Las implicaciones de esta decisión son completamente aberrantes y no son más que una pista de lo que nos espera a las mujeres humildes bajo las decisiones de la derecha y la extrema derecha: si los no nacidos computan como miembros de la unidad familiar y ciudadanos de pleno derecho, lógicamente esta panda de reaccionarios no esperará ni un segundo a asistir el golpe definitivo a nuestro derecho al aborto y a decidir sobre nuestro propio cuerpo. Es decir, libertad para los ricos e imposiciones medievales para la inmensa mayoría. No solo pretenden atacar nuestros derechos educativos, sino aplastar nuestras condiciones en todos los aspectos.
Pero no nos engañan. Por supuesto que hay recursos para asegurarnos el acceso a una educación pública de calidad, que nos permita desarrollarnos y aspirar a un futuro digno. El problema es que la clase dominante, parásita, que dicta cada aspecto de nuestras vidas, se nutre del dinero público que sus aliados del Partido Popular han redirigido a través de ataques y recortes a la educación pública desde tiempos inmemoriales.
Precisamente por eso, desde Libres y Combativas y el Sindicato de Estudiantes tenemos claro que la única forma de defender nuestros derechos es a través de la movilización en las calles y la organización política de las y los jóvenes de la clase trabajadora. Así es cómo hemos logrado cada uno de nuestros derechos. Es el momento de la lucha organizada para lograr la dimisión de Díaz Ayuso, empezando por una Huelga General en la CAM en defensa de los servicios públicos que la derecha pretende destruir. Contra la ofensiva de la clase dominante y la derecha, ¡No hay tiempo que perder!
¡Todo para la pública, nada para la privada! ¡Ayuso dimisión!