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El Partido Popular en la Comunidad de Madrid, con Isabel Díaz Ayuso a la cabeza, ha trazado un plan salvaje para arrasar la educación y la sanidad públicas. Su objetivo es claro: transformar estos derechos...

El passat dijous 1 de setembre els dirigents dels sindicats de professors signaven amb el Conseller Cambray un acord que consta de la promesa del Departament d’Educació de reduir al gener del 2023 una hora lectiva del professorat d’infantil, primària i l’ESO, i contractar 3.500 docents. A canvi, els dirigents sindicals desconvocaven immediatament les mobilitzacions i vagues anunciades per aquest inici de curs.

Los números son absolutamente escandalosos: para este curso que empieza son más de 33.000 los estudiantes que Ayuso ha dejado sin plaza en la Formación Profesional pública. Si bien es cierto que el Partido Popular lleva décadas con sus políticas privatizadores y sus listas interminables de no admitidos, en esta ocasión el salto es salvaje.

Después de anunciar el escandaloso plan para subvencionar a las familias de rentas altas su educación elitista en centros privados, Ayuso y el Gobierno de la CAM han vuelto a la carga con un nuevo ataque en su ofensiva reaccionaria y clasista planteando el recorte de 1000 plazas de profesores para la escuela pública.

Recientemente la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunciaba su infame plan de becas educativas: 12 millones de euros a los alumnos que cursen etapas educativas no obligatorias, como educación infantil, Bachillerato y Formación Profesional, en centros privados de la región para la región. El mismo partido que nos robó 6 millones de euros de dinero público en el escándalo de las mascarillas ahora anuncia un nuevo asalto a mano armada a la educación pública.