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¡Calentando motores para el 8M!

Teníamos un objetivo claro: vaciar las aulas contra la violencia machista, llenar las calles de lucha antifascista y calentar motores para un 8 de marzo de clase y combativo. ¡Y vaya si lo hemos hecho!

A pesar de que el tiempo no nos ha acompañado y que ha llovido a mares en prácticamente todos los rincones del Estado, hoy las estudiantes y las jóvenes hemos vuelto a demostrar que estamos en primera línea de lucha contra la violencia machista. Las aulas han amanecido vacías, con millones secundando el llamamiento de huelga estudiantil del Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas, y a las doce de la mañana hemos dado el pistoletazo de salida a toda nuestra rabia. En A Coruña, Vigo, Bilbo, Gasteiz, Donosti, Gijón y Oviedo, Barcelona y Tarragona, en Madrid, Sevilla, Málaga, Granada, Córdoba, Huelva, Salamanca, León y Valladolid, en Zaragoza, València, Alacant, y más ciudades, hemos dicho alto y claro que estamos hartas de este monstruo llamado patriarcado y de su protector, el capitalismo.

Mientras la extrema derecha y todos esos machirulos tan indignados con el feminismo nos dicen que estamos locas y que no tenemos motivos para protestar, la violencia machista nos sigue arrebatando la vida, las agresiones sexuales continúan, las desigualdades persisten, en nuestras aulas o centros de trabajo soportamos humillaciones diarias.

La justicia patriarcal, saturada de machistas y franquistas, quiere aplastarnos. Como si de una venganza contra el movimiento feminista se tratara, jueces y juezas dejan en libertad a nuestros agresores, otorgan impunidad a violadores, obligan a víctimas a entregar a sus hijos a sus maltratadores, nos someten a interrogatorios vomitivos que nos culpabilizan a nosotras, preguntando cómo íbamos vestidas, si estábamos o no borrachas o si nos resistimos lo suficiente.

Por eso hemos gritado sin parar: ¡esta justicia es una mierda! ¡tranquila, hermana, aquí está tu manada! ¡no es no lo demás es violación! ¡la lluvia molesta, más molesta el patriarcado! ¡arriba todas a luchar, las mujeres se rebelan contra el sistema patriarcal!

Con nuestras pancartas y megáfonos, nuestras cartulinas pasadas por agua, y toda nuestra fuerza, hemos denunciado que nuestra opresión tiene mucho que ver con el avance de la extrema derecha global. Hay una Internacional reaccionaria que siente un odio visceral contra el movimiento feminista combativo. Los Trump, Elon Musk, Abascal, Meloni, Milei, Alternativa por Alemania, Ayuso… han situado a la clase trabajadora, a las mujeres, a los y las migrantes, a las personas trans, como el enemigo a abatir.

Ya no se esconden y actúan de forma cada vez más salvaje: el genocidio y la limpieza étnica contra el pueblo palestino a manos del nazi de Netanyahu es una buena muestra de ello. Todos estos fascistas comparten un objetivo: que las mujeres trabajadoras volvamos a ser esclavas y que estemos calladitas, y acabar con cualquier huelga, movilización y organización de la clase trabajadora.

Aquí lo sufrimos con Vox y el PP. Estos perros de la patronal, franquistas confesos, que todo el día se llenan la boca de denuncias falsas, y en nombre de Dios, la patria y los toros quieren prohibir legalmente que se eduque en la igualdad y en el consentimiento en los centros de estudio. ¡Feministas antifascistas siempre!

Esta huelga y las movilizaciones de hoy nos han recordado una lección importante, algo que no podemos olvidar: que hemos sido nosotras, y solo nosotras, las trabajadoras, jóvenes, pensionistas, amas de casa, quienes no podemos pagar el alquiler y sufrimos la privatización de los servicios públicos, quienes hemos levantado el movimiento feminista combativo que tanto miedo les da.

Porque al fascismo no se le discute, se le combate, y les tenemos que combatir desde donde somos fuertes: en la calle y con la lucha organizada. No vamos a derrotar a los fachas a través de Twitter ni tampoco con discursos muy ingeniosos en los Parlamentos.

Por eso, hemos enviado un mensaje muy claro también al Gobierno PSOE-Sumar. Pueden sacar la bandera antifascista cada cuatro años y poneros un pin morado el 8M, pero no engañan a nadie. Si fueran tan feministas y progresistas como dicen acabarían con la justicia patriarcal, pondrían en marcha una asignatura de educación sexual inclusiva y confrontarían con el poder de la Iglesia Católica en las aulas. Pondrían en marcha un parque público de vivienda para terminar con el negocio de los caseros rentistas. Ilegalizarían Desokupa. Dejarían de financiar guerras imperialistas y ser cómplices de genocidios; y no compartirían el mismo discurso con Vox y las sectas ultracatólicas respecto al colectivo trans.

Las feministas de verdad somos las que cogemos la bandera morada, la antifascista, la antirracista y la palestina y decimos que ¡no pasarán! Las feministas consecuentes luchamos contra el machismo venga de donde venga y sabemos que solo podremos poner fin a tanto sufrimiento y dolor acabando con el sistema capitalista injusto y bárbaro.

Por eso no vamos a parar hasta que todas seamos libres, hasta que podamos volver a casa sin miedo, hasta que barramos a esta escoria de extrema derecha de nuestros barrios y vidas. Y para ello tenemos que levantar una organización feminista, revolucionaria y anticapitalista. Eso es lo que hacemos desde Libres y Combativas y el Sindicato de Estudiantes, y os animamos a todxs a seguir construyéndola con nosotras.

Hoy hemos sido las estudiantes y las jóvenes. Mañana seremos muchísimas más. ¡Todas a las manifestaciones del 8 de marzo! ¡Arriba las que luchamos!