Pocos días después de la agresión que nuestro compañero del Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria sufrió el 14 de septiembre a manos de un grupo de fascistas de Núcleo Nacional en Xixón, otra compañera de estas organizaciones y portavoz de Libres y Combativas recibía una llamada amenazándola de un reconocido fascista en Asturies, ya que de forma habitual viene a reventar las movilizaciones feministas a través de insultos y amenazas a las mujeres que participamos en ellas y formamos parte activa del movimiento feminista combativo.

Este elemento ya tenía interpuestas con anterioridad varias denuncias por parte de otros colectivos como las Muyeres de la Escandalera así como varias órdenes de alejamiento.

En la llamada justificaba la agresión a nuestro compañero planteando que es lógico que nos agredan si hacemos actividad política pública y amenazaba con que nos volvería a pasar a cualquiera de nosotras si no paramos. Sabemos que el feminismo combativo y de clase ataca directamente a la médula del sistema capitalista y, por eso, estos fascistas y los grupúsculos que están proliferando, como Núcleo Nacional, el Frente Obrero, Hacer Nación o Revuelta tienen tantas ganas de vengarse de este poderoso movimiento, de la clase y la juventud obrera y de todo lo que huela a izquierda y a lucha por los derechos democráticos más básicos No pueden soportarlo y salen a verter públicamente todo su odio, hostigando e intentado amedrentarnos.

Alentados por los discursos de odio, racistas, lgtbifóbicos y negacionistas de la derecha y la extrema derecha, de PP y Vox, y cada vez más envalentonados porque son muy conscientes de que cuentan con la complicidad de la policía y de un sistema judicial que nunca ha sido depurado y tiene dentro a jueces franquistas que se aseguran de que tengan total impunidad. Y todo ello ante la pasividad de una izquierda reformista que no hace nada por frenar el avance de la extrema derecha.

Tanto en el caso de la agresión física a nuestro compañero, que posteriormente se repitió con amenazas verbales e intimidación, como en el caso de la llamada recibida por nuestra compañera, las amenazas no van solamente dirigidas a ellos, sino a todas las compañeras y compañeros del Sindicato de Estudiantes y de Libres y Combativas, a los movimientos sociales y activistas combativos y a cualquiera que levante la voz y se atreva a luchar en defensa de la sanidad y educación públicas, por una vivienda asequible y contra los especuladores y rentistas, o para no dar un paso atrás en nuestros derechos democráticos. Por eso mismo es el momento de no quedarnos calladas, responder y organizarnos.

En primer lugar, denunciamos los hechos ante la policía; pero sabemos cómo funciona la justicia y de parte de quién está. Por eso, inmediatamente respondimos a través de la organización colectiva, haciendo públicas estas agresiones y llamando a la solidaridad. La mejor muestra de que este es el camino la tenemos en el comunicado que publicamos titulado “Fuera fascistas de nuestras calles. Ninguna agresión sin respuesta”, firmado por más de una treintena de organizaciones de la izquierda asturiana y que presentamos en una rueda de prensa en la plaza del ayuntamiento de Xixón.

El lunes 11 de noviembre se celebró el juicio por el caso de la llamada y convocamos una concentración previa a las puertas de los juzgados para darle la máxima difusión y donde participamos varias de estas organizaciones para hacer presión.

Este fascista se presentó en los juzgados con una bandera de España con el escudo recortado y al grito de “arriba España” mientras estábamos allí concentradas. Este es el nivel, volver a intentar intimidar a nuestras compañeras antes de entrar al juicio.

El viernes 15 de noviembre conocimos la sentencia. Se le condena a pagar una multa de 720 euros más una indemnización de 300, y se mantiene la orden de alejamiento de 300 metros durante seis meses. Está claro que esta victoria no es casual, sino fruto de la lucha y la organización colectiva, por eso es una victoria del movimiento, que manda un mensaje muy claro a todos estos fascistas que dirigen su odio hacia las mujeres, el colectivo LGTBI, las personas migrante: continuaremos dando la batalla contra el fascismo, organizándonos y señalando sin miedo a quienes atacan nuestros derechos y exigiendo sentencias ejemplares. ¡Al fascismo no se le discute, se le combate!

¡Ninguna agresión sin respuesta!

¡Si tocan a una, nos tocan a todas!