El sábado 9 de noviembre seis nazis, algunos de ellos identificados con camisetas de Núcleo Nacional —organización abiertamente fascista que se pasea por las calles de Xixón increpando a cualquier persona migrante, LGTBI o identificada como de izquierdas—, reconocieron a un compañero del Sindicato de Estudiantes mientras estaba en el céntrico Paseo de Begoña.

De inmediato comenzaron a proferir todo tipo de insultos tanto a él como a sus amigas, llegando a amenazarles con frases como “rojo pardillo, tu boca en un bordillo”, “al antifascismo también se le combate” o  “¿quieres llevarte cuatro hostias?”. Este ataque ya está denunciado ante la policía y se ha podido reconocer a uno de los agresores.

No se trata de un caso aislado. Este mismo compañero fue víctima el pasado mes de septiembre de otra agresión fascista llevada a cabo también por miembros de Núcleo Nacional vinculados a los Ultra Boys.

Sabemos que su intención es amedrentarnos para que paremos de hacer actividad política, para que nos escondamos y tengamos miedo. Y también sabemos que les levanta ampollas que no nos callemos y les denunciemos como la lacra fascista que son. Que continuemos saliendo a las calles, interviniendo y organizando el movimiento en nuestros centros de estudio y en nuestros barrios, defendiendo una escuela pública, en defensa de una vivienda asequible y contra los especuladores y caseros rentistas, por los derechos de las mujeres y el colectivo LGTBI, contra la represión y por las 6 de La Suiza…

No es ninguna casualidad que esta agresión se haya producido justo después de la celebración de los actos públicos antifascistas los días 7 y 8 de noviembre en Uviéu y Xixón, ciudades en las que hemos repartido miles de panfletos y pegando cientos de carteles con una receptividad y simpatía enormes. Una convocatoria en la que el Sindicato de Estudiantes también ha sido blanco de las amenzas fascistas en redes sociales.

El surgimiento de estas organizaciones es fruto de la crisis del sistema y de la normalización de los discursos de odio que la derecha y la extrema derecha, PP y Vox, hacen día tras día con total impunidad frente a la pasividad de una izquierda institucional que no mueve ni un dedo para atajar esta situación. Impunidad reforzada por la connivencia de la policía y de una judicatura franquista que hace lo posible por que salgan absueltos. La falta de respuesta y condenas ejemplares hace que se sientan completamente libres y ni siquiera se esfuercen en esconder su ideología o sus intenciones. Van por la calle literalmente de cacería.

Desde el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria exigimos a la Delegación del Gobierno del Principado que tome todas las medidas oportunas para impedir más agresiones. Es escandaloso que estos energúmenos de sobra conocidos estén campando a sus anchas como si nada. El último ejemplo lo hemos tenido la mañana de este 15 de noviembre cuando el pasadizo de Begoña ha amanecido, y mo es la primera vez, lleno de pintadas nazis. ¿Hasta cuándo se les va a permitir todo esto?

Reiteramos que no dejaremos de denunciar y señalar cualquier tipo de agresión para amedrentarnos, que vamos a seguir organizándonos barrio a barrio y centro a centro para dar una respuesta política contundente y a señalar no solo a estos grupúsculos fascistas, sino a quienes desde el aparato del Estado son los responsables de ampararlos. Desde aquí agradecemos la solidaridad de todas las organizaciones de la izquerda asturiana, activistas y movimientos sociales que nos están respaldando. No vamos a dar ni un solo paso atrás. Hay que decirlo alto y claro:

¡Al fascismo no se le discute, se le combate!

¡Si tocan a uno, nos tocan a todos!

¡No pasarán!