¡Absolución ya!

En el día de hoy ha comenzado, 12 años después, el juicio contra 21 activistas detenidos durante la protesta de “Rodea el Congreso” a los que se piden conjuntamente 112 años de cárcel. Nos encontramos ante uno de los más vergonzosos montajes policiales y judiciales de la historia del Estado español. Desde el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria queremos solidarizarnos con todos los activistas víctimas de esta nueva farsa judicial, y exigir su inmediata absolución, así como que se juzgue a los policías y jueces implicados en este montaje.

La propia protesta del 25S, contra las salvajes políticas de austeridad del PSOE de Zapatero y del PP de Rajoy en medio de la crisis capitalista desatada en 2008, no solo se hizo famosa por la brutal intervención policial, entrando los antidisturbios en bares y locales para cazar a manifestantes o golpeando a diestro y siniestro en la estación de Atocha, sino también por el papel jugado por los infiltrados policiales con la misión de reventar una movilización multitudinaria, combativa y pacífica. Fue aquí donde se hizo famosa la frase “¡que soy compañero!” de un policía infiltrado que acabó golpeado por sus propios compañeros de porra.

A pesar de las numerosas pruebas, especialmente videos, sobre lo que ocurrió aquel día, y sobre la brutal actuación policial, y el montaje para reventar la protesta, la Fiscalía, siguiendo directrices del PSOE, de Marlaska y de Pedro Sánchez, no ha tenido inconveniente en seguir adelante con esta farsa. Se trata, como dicen algunos de los acusados, de dar una lección al movimiento, y de imponer el miedo de cara a desalentar y criminalizar la protesta. Y no es el PP quien sigue adelante con este procedimiento, sino un Gobierno “progresista” encabezado por el PSOE pero integrado por miembros de Sumar, de IU y del PCE. ¡Una auténtica vergüenza! ¡Así como no va a avanzar la ultraderecha y la reacción!

Pero además, el montaje es tan evidente y vergonzoso, que tras numerosas denuncias por parte de los acusados sobre maltrato -presunta tortura- y falsedad de las denuncias policiales, con numerosas pruebas, y tras ser descartadas todas ellas por los tribunales del régimen del 78, finalmente el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha terminado condenado al Estado español por no investigar adecuadamente dichas denuncias y no garantizar los derechos de los acusados.

El nivel de impunidad de este Estado, y de esta policía plagada de ultraderechistas, llega a tal punto que se llegan a reconocer los hechos, gracias a los videos, pero se indica que no es posible identificar a los policías implicados, que por cierto ese día no iban identificados. Este es el Estado del que ahora nos habla Pedro Sánchez, que dice somos todos, cuando comparece por la DANA de Valencia.

Tras esta protesta el PP impulsó la llamada Ley Mordaza, justamente para tratar, entre otras cosas, de evitar que se pudiera grabar a la policía e impedir así que hubiera la cantidad de videos, es decir, de pruebas, que han puesto en evidencia la farsa de este macrojuicio. Una Ley Mordaza que el PSOE y sus socios de Gobierno prometieron derogar, y que no solo no lo han hecho, sino que el ministro del Interior Marlaska ha seguido aplicando con saña. Ahora, con la colaboración de EH Bildu, han planteado derogado algunos de sus peores artículos, pero seguirán vigentes otros muchos de cara a criminalizar y perseguir la protesta social.

El Rodea el Congreso fue una movilización de masas para denunciar la corrupción y putrefacción del régimen del 78, como la Marchas de la Dignidad, las mareas, la marcha minera a Madrid, o el masivo levantamiento del pueblo de Catalunya contra el que desplegaron más de 10.000 policías desatando una represión salvaje.

Hoy, como ayer, con el auténtico crimen social contra la clase obrera vivido en Valencia, donde esas mismas instituciones que nos golpean cuando salimos a las calles y luchamos, estuvieron completamente desaparecidas, dejando que la gente se muriera y barrios y localidades completamente abandonados, vemos qué es y a quién sirve el régimen del 78. La rabia que se vivió en ese Rodea al Congreso contra todas las instituciones del régimen del 78, la hemos vuelto a vivir redoblada en Paiporta.

Hay que levantar la voz contra este nuevo montaje político, señalar a los responsables, el régimen del 78 y sus instituciones, y continuar la lucha contra el mismo. ¡Solo el pueblo salva al pueblo!