El Gobierno de la Junta en manos del Partido Popular y Ciudadanos, apoyados por los fascistas de Vox, ha sido una pesadilla para la clase trabajadora y la juventud andaluza. La privatización de la educación y la sanidad se ha agudizado, la atención primaria está colapsada, la población en situación de exclusión se ha disparado hasta los 2,2 millones de personas, la degradación en los barrios obreros se ha incrementado exponencialmente… Mientras, los grandes empresarios y los terratenientes se han llenado los bolsillos a costa de jornadas laborales interminables, salarios miserables y precariedad.
Las políticas de Juanma Moreno han sido una barra libre de pelotazos urbanísticos y de subvenciones a los empresarios y, a pesar de la campaña de los medios por blanquear su acción de Gobierno, ha mantenido una completa sintonía y connivencia con el racismo, el machismo, la LGTBIfobia y el franquismo de Vox.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Después de la demoledora victoria del PP en la Comunidad de Madrid y del avance de Vox en Castilla y León, un triunfo de la derecha como las encuestan prevén en Andalucía sería un paso adelante para que recuperaran el Gobierno estatal. Por eso mismo entre miles de activistas de la izquierda se plantea una pregunta que merece ser respondida. ¿Cómo hemos podido llegar a esta situación?
Desde hace más de dos años tenemos un Gobierno estatal de PSOE y Unidas Podemos que levantó grandes ilusiones. Millones de trabajadores esperaban un cambio fundamental en sus condiciones de vida y la inclusión de ministros y ministras de UP reforzó aún más las expectativas.
Pero en el tiempo transcurrido estas esperanzas han dejado paso a una fuerte frustración. La idea de que la participación de UP implicaría un giro a la izquierda del PSOE no se ha cumplido. Más bien al contrario. Pedro Sánchez ha impuesto una agenda de la que solo salen beneficiados los grandes poderes facticos, y se ha cuadrado con el imperialismo otanista de manera pública y entusiasta. En los hechos, la mayoría de los acuerdos de Gobierno han sido incumplidos sistemáticamente.
La Ley Mordaza sigue vigente. Los desahucios están a la orden del día mientras el precio de los alquileres no para de subir. El Ingreso Mínimo Vital es un fiasco evidente… Pero lo más clamoroso ha sido la renuncia a derogar la reforma laboral del PP de 2012.
De hecho, en los asuntos de fondo, el Partido Popular andaluz no ha encontrado resistencia alguna por parte del Gobierno de coalición y, en muchos aspectos, simplemente ha aplicado las medidas aprobadas por La Moncloa.
Lamentablemente, con estas políticas solo se construye una correlación de fuerzas favorable para la reacción de derechas.
La fuerza de la clase obrera y la juventud
En estas elecciones, las y los trabajadores que formamos Izquierda Revolucionaria impulsando el sindicalismo de clase y combativo, los jóvenes que construimos el Sindicato de Estudiantes y el feminismo anticapitalista con Libres y Combativas, llamamos a votar masivamente a la izquierda contra el PP y Vox, pero también señalamos que votar no basta.
En estos años, el abandono de muchos principios, de la lucha en las calles por el mero trabajo institucional y la oposición de terciopelo a la derecha, nos han llevado a una situación muy negativa. Muchos activistas y amplios sectores de la juventud no encaran estas elecciones con ilusión. Son muy conscientes de la desmovilización que existe en la base social de la izquierda y la posibilidad de que la abstención avance mucho, e incluso que capas atrasadas y desmoralizadas de los trabajadores voten a la derecha. Y la actitud de la izquierda gubernamental es la que fomenta esta situación.
Si se acepta la lógica del capitalismo, si se renuncia a confrontar con los grandes poderes económicos, si se respetan las reglas del régimen del 78, su monarquía, su justicia de clase, su nacionalismo españolista, su aparato del Estado represivo, se crean las condiciones para que la derecha se envalentone y pueda diseminar su demagogia con más facilidad.
Sí, hay que votar, por supuesto. Un voto crítico a Por Andalucía y Adelante Andalucía, porque si queremos constituir una izquierda combativa que defienda políticas transformadoras y frene de verdad a la derecha, deben cambiar muchas cosas, empezando por volver a recuperar la movilización de masas, romper con la paz social, defender una política de clase y socialista. Formar gobiernos con el PSOE para llevar adelante la agenda de recortes y la estrategia de la OTAN no frena a la derecha, como se está comprobando. Y sustituir una política revolucionaria por un andalucismo interclasista tampoco es una alternativa.
Necesitamos rearmar a la izquierda con el programa del marxismo revolucionario. Las luchas que se han desarrollado estos años, el gran movimiento de las mujeres contra la violencia machista, de los pensionistas y, destacado por derecho propio, la gran huelga del metal gaditano que se convirtió en una referencia para millones, muestran el camino.
Únete al Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria y lucha con nosotros por:
- Defender la sanidad pública andaluza: contratación de miles de trabajadores sanitarios en condiciones dignas. Invertir masivamente en los ambulatorios de nuestros barrios. Garantizar la salud mental: acceso gratuito a tratamiento psicológico y psiquiátrico de calidad. Nacionalización de la sanidad privada y de las farmacéuticas.
- Plan de choque para rescatar la enseñanza pública. Gratuidad total desde infantil hasta universidad. Ni un euro público para la enseñanza privada concertada.
- Que la Junta prohíba por ley los desahucios. Expropiación de todas las casas en manos de bancos y fondos buitres para crear un parque de viviendas públicas con alquileres sociales en Andalucía.
- Derogación íntegra de las contrarreformas laborales y de las pensiones.
- Subsidio de desempleo de 1.200 euros al mes financiado con impuestos a las grandes fortunas y la banca.
- Contra la violencia machista, la justicia patriarcal y la LGTBIfobia. Plenos derechos para las personas trans.
- Dignificación de nuestros barrios, fuera las casas de apuestas. Incorporar a la red pública los servicios de la comunidad y de los ayuntamientos que han sido privatizados, garantizando y aumentando las plantillas.
- Transporte gratuito para los parados, para los jóvenes menores de 30 años y para los mayores de 60.
- ¡Basta de violencia policial y de criminalización contra la juventud! Por el derecho al voto a los 16 años.
- En defensa de la libertad de expresión. ¡Fuera la Ley Mordaza!
- ¡Basta de racismo! Derogación de la Ley de Extranjería y de los CIE. Derecho al voto para la población migrante.
- Frenar la catástrofe medioambiental con una planificación socialista y ecológicamente sostenible de la economía.
- ¡Basta de privatizaciones y subcontratación! Nacionalización de la banca y los grandes monopolios e industrias para acabar con la precariedad y el saqueo de los recursos públicos. Solo así podremos levantar un auténtico Escudo Social que acabe con el desempleo y la pobreza.
- ¡Fuera la monarquía franquista! Por la república socialista.