¡Necesitamos comenzar el curso retomando la movilización con más fuerza que nunca!

Recientemente la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunciaba su infame plan de becas educativas: 12 millones de euros a los alumnos que cursen etapas educativas no obligatorias, como educación infantil, Bachillerato y Formación Profesional, en centros privados de la región para la región. El mismo partido que nos robó 6 millones de euros de dinero público en el escándalo de las mascarillas ahora anuncia un nuevo asalto a mano armada a la educación pública.

Su nuevo plan de becas permitirá que las familias con un hijo que ingresen hasta 107.739 euros puedan verse beneficiadas por estas ayudas públicas. En el caso de familias con dos hijos el nivel de ingresos anuales alcanzará los 143.652 euros. Pero si tienen tres, el límite asciende a los 179.565. Todo esto mientras que el año pasado 20.676 alumnos madrileños se quedaron sin plaza en su primera elección en alguna de las etapas educativas previas a la Universidad. ¡Y más de 10.000 no la consiguieron en ningún centro de su localidad!

“Cayetanos” con becas para ir a centros de élite y nosotros sin plaza en la pública

Isabel Díaz Ayuso, sin ponerse roja, afirma que las familias con estas rentas anuales son familias de clase media y que debido a la inflación en poco tiempo van a tener dificultades para llegar a final de mes.

Si los beneficiarios de estas becas, que ingresan más de 100.000 euros al año, van a tener dificultades, ¿qué ocurre entonces con las familias trabajadoras? La renta media por hogar es de 37.687 euros, según datos del INE. Es más, según datos de Hacienda, el 70% de las personas que trabajan en la Comunidad de Madrid declararon haber ganado en 2019 menos de 30.000 euros anuales. Seamos claros, estas becas no pretenden ayudar a familias con dificultades para llegar a final de mes. Son cheques directos a los empresarios de la educación. ¡Una nueva muestra de la ofensiva de la derecha y de la extrema derecha a nuestros ya deteriorados servicios públicos!

Por si fuera poco, también hemos tenido que escuchar que Díaz Ayuso diga que “el falso discurso de ricos y pobres, esa lucha de clases, que ni cuela ni es aceptable en esta región”.

Es el colmo. Si en una región se hace patente esta lucha de clases es en la Comunidad de Madrid. Lo vimos de forma clara con la creación del Pasaporte Covid o el confinamiento clasista de los barrios obreros el otoño pasado. Mientas en las zonas con rentas más altas como el barrio Salamanca y Aravaca salían a dar golpes con sus palos de golf, en los barrios obreros tuvimos que salir a las calles a denunciar este confinamiento clasista ¡y vaya si lo hicimos! En Usera, Vallecas, Carabanchel…etc.

Lo mismo que estamos volviendo a hacer tras el cierre de los 20 centros de urgencias de Atención Primaria. Es un verdadero despropósito y la respuesta que está dando la clase trabajadora en Parla, Leganés o Getafe con manifestaciones masivas en respuesta a esta barbaridad demuestran la verdadera fuerza que tenemos y el ejemplo a seguir.

¡Basta ya de regalar el dinero público a los parásitos que hacen de la educación un negocio!

En la CAM hay 3 millones de personas pobres. Ocho de los doce colegios e institutos con barracones se encuentran en zonas en las que los ingresos están por debajo de los 35.000€. Pero según esta señora, aquellos que ingresan más de 100.000 al año son los que necesitan becas con dinero público y que las familias de la privada están discriminadas socioeconómicamente.

Desde el curso 2018-19, el Bachillerato privado ha crecido cinco veces más que el público y en solo una década las matriculaciones han aumentado un 704% en estos centros. Mientras, el verano pasado la pública no pudo acoger a más de 20.000 personas que querían cursar FP. Esto solo se explica por el acoso y derribo del PP a la educación pública, con menor número de plazas y peores condiciones que nunca.

Ayuso tampoco se corta ni un pelo en decir que este nuevo plan de becas es para proteger la “libertad de elección de las familias”, repitiendo el discurso de Vox. Nosotros, los jóvenes de la clase trabajadora, no tenemos elección ninguna. No elegimos estudiar en barracones, ni renunciar a nuestra educación por motivos económicos, ni la falta de materiales en nuestras aulas, ni el estado de decrepitud en el que se encuentran nuestros institutos. Basta de llenarse la boca diciendo proteger “la libertad” cuando lo único que quieren proteger es sus cuentas y las de sus amigos expoliando a nuestras familias.

¡Por una huelga general en la CAM en defensa de lo público!

Ayuso y su partido son los campeones de los recortes y a través de ellos han desangrado muy conscientemente la educación pública, dejándola en una situación ruinosa. El único derecho que ellos defienden es el de hacer negocio a costa de cualquier cosa y a cualquier precio.

La única forma de acabar con las desigualdades y la exclusión y garantizar una educación de calidad para todas y todos es a través de la educación pública, revirtiendo los recortes y dedicando recursos para garantizar las mejores condiciones para estudiantes y profesores.

Desde el Sindicato de Estudiantes entendemos que es urgente tomar las calles con fuerza, organizar manifestaciones unitarias y un plan de lucha contundente que incluya la huelga para frenar en seco estos planes criminales. ¡Exigimos que hasta el último céntimo de los 12 millones que Ayuso quiere regalar a los ricos se destine a la pública! Es necesario unir fuerzas de todas y todos los que defendemos lo público y empezar el curso en septiembre mostrando, por medio de la movilización, que no vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras nos arrebatan todos nuestros derechos.

Los principales sindicatos de clase - CCOO y UGT - tienen la obligación de impulsar la lucha en defensa de todo lo que la derecha quiere arrebatarnos y convocar en la CAM una huelga general en defensa de la público. La única forma de frenar este ataque salvaje es mediante la organización y la lucha en las calles. No vamos a dar ni un paso atrás en la defensa de la educación pública.

¡Ni un euro para la privada! ¡Ayuso dimisión!