Cada año por estas fechas, hay un nuevo escándalo. Y este año, además, nuevo récord. 50.000 jóvenes nos hemos quedado sin plaza en la Formación Profesional pública en Madrid. ¡10.000 no admitidos más que el año pasado! Tal y como informa el sindicato CCOO, dos de cada tres peticiones son excluidas por la Comunidad de Madrid.
Esta situación nada tiene que ver con errores en la gestión o “falta de previsión” por parte del Gobierno de Ayuso. Es una política consciente para seguir recortando y privatizando una rama educativa por la que cada vez más jóvenes de clase trabajadora apostamos. La Consejería de Educación piensa de la siguiente manera: o se pagan la plaza en la privada (pagando tasas que multiplican por diez el precio de la pública) o se quedan fuerza del sistema educativo. Y les da igual. Para el Partido Popular lo importante es seguir regalando dinero público a la enseñanza privada y concertada.
¿Invertir el presupuesto público para crear las decenas de miles de plazas necesarias para garantizar que todas y todos, independientemente de nuestro nivel económico, podamos estudiar? Ni de coña, piensa Ayuso. ¿Regar con miles de millones a la concertada, a las escuelas católicas y a las empresas privadas que las gestionan? Eso sí, que hay que contentar a muchos amigos empresarios.
La FP pública está al límite. Vivimos una emergencia educativa impostergable. A la falta de plazas se suma el robo de nuestras FCTs, la falta de profesores, la masificación en las aulas, la precariedad en los materiales de trabajo… y un largo etcétera consecuencia de décadas de políticas del PP. Pero, también tenemos una pregunta: ¿el Ministerio de Educación va a hacer algo? ¿O va a seguir alegando que “las competencias están traspasadas” y por tanto no moverá ni un solo dedo para blindar la educación pública en Madrid?
Como demostramos en el mes de febrero, cuando miles salimos a luchar por nuestras prácticas, tenemos fuerza para levantar un movimiento poderoso en defensa de la FP pública.