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El movimiento estudiantil ha vuelto a dar una enorme lección de dignidad, convirtiendo nuestro dolor, conmoción y rabia en un grito de solidaridad con nuestros hermanos y hermanas de Valencia.

En una huelga secundada por cientos de miles, y con más de 30 movilizaciones desde Catalunya a Madrid, desde Andalucía a Euskal Herria, desde Galiza a Asturias, miles de gargantas nos hemos sumado al grito unánime que recorrió las calles de Valencia el pasado sábado: ¡Mazón dimisión y a la prisión! Nos hemos dejado la voz en las concentraciones señalando a los culpables: Ni olvido ni perdón, Mazón dimisión; Mazón culpable, Sánchez responsable; No es por la DANA, es por Mercadona; el dinero del Borbón para la  reconstrucción….

Nuestra indignación es tan grande porque sabemos que esto no solo ha sido una catástrofe natural. Es un crimen social contra las familias trabajadoras, contra la juventud, contra los que vivimos en barrios y casas humildes, que tiene responsables con nombres y apellidos. 

Carlos Mazón y el Gobierno del PP son los primeros responsables, porque a pesar de las alertas meteorológicas no hicieron nada para advertir a la población. Quienes recortan en sanidad y educación, en servicios forestales, en los cuerpos de bomberos... para seguir regalando millones de euros a la tauromaquia… quienes alientan la especulación inmobiliaria y promueven que se construya en terrenos inundables para seguir haciendo negocio… son responsables de esta masacre, y hoy lo hemos gritado con fuerza: ¡No son muertes, son asesinatos! 

Los segundos responsables: Juan Roig, ese oligarca que dirige Mercadona, y los grandes empresarios. Quienes obligaron a los trabajadores y trabajadoras a estar en sus puestos de trabajo y permanecer en oficinas y tiendas cuando la DANA lo arrasaba todo, porque bajo este sistema los beneficios de los ricos son más importantes que la vida de las personas corrientes. Tipos como Amancio Ortega, multimillonarios que lloran lágrimas de cocodrilo y practican la limosna para lavarse la cara, mientras su fortuna está construida sobre la explotación laboral más cruel e inhumana. Por eso hoy también les hemos señalado a ellos. Para producir nos envían a morirMercadona culpable, Mazón responsable; o No hay otra manera, con la patronal o con la clase obrera, han sido algunas de las consignas que más se han señalado.

Y en tercer lugar, no podemos olvidar el papel que ha han actuado como cómplices necesarios, tapando en las primeras horas a Mazón y su incompetencia, sin reaccionar seriamente ante la catástrofe, sin movilizar de manera masiva e inmediata todos los recursos del Estado a las zonas afectadas. Ni bomberos, ni equipos de rescate, ni hospitales de campaña. Nada de nada. 

Hay que decir la verdad por respeto a las víctimas. Pedro Sánchez ha arropado a Carlos Mazón y no ha dudado en pasearse con el Rey por Paiporta para hacerse una foto. ¿Que esperaban? ¿Que los vecinos y vecinas les recibieran con los brazos abiertos?

Pero frente a la desidia institucional, frente al abandono político, hemos visto otra cara de la realidad. Algo que hoy hemos vivido en estas concentraciones de solidaridad y que nos emociona profundamente: la auto organización desde abajo, la solidaridad de clase y que si, solo el pueblo salva al pueblo.

Miles de jóvenes, de trabajadores, con toda su ropa cubierta de lodo, caminando kilómetros y kilómetros hasta las zonas afectadas, miles cruzando todos los días el puente de la solidaridad con palas, rastrillos y todo tipo de utensilios. Estudiantes como nosotros y nosotras que se han negado a volver a clase para seguir ayudando a las familias afectadas, participando en todas las labores de limpieza y distribución de alimentos. Todos estos estudiantes son a quienes luego los medios de comunicación y la derecha llaman la generación de cristal. ¿Generación de cristal? No. Somos la generación que no dejamos que nos pisoteen y que entendemos muy bien que si no nos levantamos a defender nuestros derechos, nadie lo hará por nosotros.

El Sindicato de Estudiantes hemos convocado esta huelga porque es la obligación de toda la juventud salir a mostrar nuestro apoyo en este momento tan crítico. Para dejar claro que la dignidad y el enfado del pueblo valenciano, no tienen nada que ver con esos grupúsculos fascistas miserables que intentan esparcir su demagogia racista aprovechándose de esta catástrofe. No hemos visto a los señoritos del PP ni de Vox ni a los matones de Desokupa limpiando barro. Los mamporreros del capital son nuestros enemigos declarados y así lo hemos dejado claro hoy.

La autoorganización tiene que continuar. La clase trabajadora y la juventud valencianas han demostrado quienes hacemos funcionar la sociedad, quienes arrimamos el hombro cuando realmente se necesita. Por eso desde el Sindicato de Estudiantes estamos con nuestros compañeros y compañeras hasta que se consiga justicia y que los responsables políticos de este crimen vayan a la cárcel, y para que la reconstrucción esté realmente al servicio del pueblo y no de los millonarios de siempre

Compañeros  compañeras  no estáis solos, no estáis solas. ¡Mazón dimisión y a prisión!