Desde hace más de diez semanas una ola de asambleas, ocupaciones y manifestaciones se ha extendido por los campus universitarios y las ciudades griegas. Miles de estudiantes recorren las calles y ocupan los centros de estudio en respuesta al último ataque privatizador del derechista Gobierno de Mitsotakis y Nueva Democracia. Una propuesta de ley que sienta las bases para crear y generalizar universidades privadas en todo el territorio. Hasta ahora Grecia era el único país europeo que no permitía la creación de universidades privadas.
Mientras esto se votaba, una manifestación con cerca de 20.000 personas recorría las calles del centro de Atenas contra la legislación propuesta. Las y los estudiantes se han puesto en pie de guerra en defensa de un sistema educativo público, de calidad y gratuito. Siguen los pasos de la oleada de ocupaciones de 2006-2007, que duró casi seis meses y logró desbaratar los planes del Gobierno derechista de entonces, que igual que ahora quería revisar la Constitución para introducir la posibilidad de las universidades privadas.
El movimiento estudiantil está demostrando ser un ejemplo de organización y lucha. Se coordina a través de asambleas generales, en las que todas y todos tienen derecho a participar, y planifican el movimiento semana a semana en cada ciudad. Entre 30.000 y 40.000 estudiantes han participado en estas asambleas y votado a favor de las ocupaciones. Al mismo tiempo que se producían manifestaciones cada semana en distintas localidades.
Decenas de facultades siguen ocupadas en más de 50 pueblos y ciudades, con la reivindicación central: “no a las universidades privadas”. Las manifestaciones han reunido a decenas de miles de estudiantes, y se han ganado la simpatía y el apoyo de amplias capas de la población.
La privatización de la universidad significará negocio para los empresarios mientras que se pone otro clavo en el ataúd de la educación pública, elitizando y cerrando las puertas de la enseñanza superior a las y los estudiantes de familias trabajadoras.
Pero no son solo las y los estudiantes, el profesorado de universidad así como las diferentes organizaciones sindicales también se han opuesto a esta reforma, considerando que convertirá la universidad en una “fábrica de diplomas”. Y es que el plan del Gobierno hace aguas por todas partes: no habrá ningún tipo de inversión en infraestructuras, equipamiento y personal, y la calidad de la enseñanza es más que dudable.
Es revelador, por ejemplo, que en las futuras facultades privadas de medicina, se podrá admitir a estudiantes con notas inferiores a las exigidas para la admisión en una facultad pública. Así, quienes puedan pagar las matrículas podrán estudiar en centros de dudosa calidad.
La juventud marca el camino. ¡Todo nuestro apoyo!
En los últimos cinco años, la derecha gobernante ha impuesto una reestructuración radical del sistema educativo, desde el nivel primario hasta el universitario, que se está encontrando con una resistencia ejemplar por parte de la juventud.
Ni la represión policial, ni el chantaje mediante la anulación de matricular o la suspensión del semestre académico ni las identificaciones y detenciones a las caras más reconocidas del movimiento han conseguido parar las protestas, que continúan, se extienden y fortalecen.
Desde el Sindicato de Estudiantes queremos mandar todo nuestro apoyo y fuerza a las protestas del movimiento estudiantil griego que están demostrando que la educación pública se defiende luchando.
Frente a las políticas de privatización de lo público de Nueva Democracia, este es el camino.
¡Estamos a vuestro lado! ¡Ni un paso atrás!