¡Es hora de avanzar hacia la huelga general de la enseñanza!
El sábado, en Lisboa, 100.000 docentes, así como estudiantes y trabajadores, recorrieron la Avenida da Liberdade en defensa de la escuela pública. Una movilización histórica que demuestra la unidad, la fuerza, la voluntad de lucha y la capacidad de autoorganización de los profesionales de la enseñanza.
El Gobierno monta una campaña para desprestigiar a los profesores
El Gobierno del Partido Socialista utilizó todos los medios para cuestionar la “legalidad” de la huelga y las cajas de resistencia, y ha solicitado a la Fiscalía General de la Nación y a la Inspección General de Educación y Ciencia que investiguen las cajas de resistencia.
La desesperación del Gobierno fue tal que recurrió a la policía para impedir que los autobuses de profesores llegaran a Lisboa. Mientras atacan el derecho a la huelga y a la movilización, António Costa y João Costa –el presidente y ministro de Educación– lanzaron una campaña de difamación de los docentes en un intento de socavar la inmensa simpatía que el resto de la población tiene por la lucha de la escuela pública.
Los medios de comunicación han estado difundiendo mentiras sin parar. Expresiones como “huelga atípica” o “daño irreparable a los estudiantes” son repetidas por todos los comentaristas en la radio, los diarios y la televisión. Además, están paseando por todos los platós a la Confederación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia (CONFAP), presentando a esta asociación derechista que nunca ha defendido la enseñanza pública ni los intereses de las familias trabajadoras como la “representante legítima de los padres”. ¡Es una estafa!
El miedo del Gobierno es que este movimiento social pueda inspirar al resto de la clase obrera portuguesa, precaria y con bajos salarios. Sin embargo, cada declaración del Ejecutivo solo alimenta la rabia entre los profesores y alimenta la protesta.
¡Huelga general de la enseñanza ya!
Después de décadas de sindicalismo burocrático a espaldas de los trabajadores, con maniobras y acuerdos a puerta cerrada, la autoridad de los dirigentes de la Federación Nacional de Maestros (FENPROF-CGTP) se había degradado enormemente y el enfado entre los profesores y otros trabajadores de la enseñanza había crecido mucho. La movilización, de hecho, fue convocada por el Sindicato de Todos los Profesionales de la Educación (STOP), y abrió un camino para que toda esa rabia se pudiera expresar en una acción concreta.
¡La respuesta fue masiva! Organizados democráticamente en cada escuela, más de 100.000 profesores, llegados de todo el país, confluyeron en Lisboa y demostraron claramente que están dispuestos a llevar la lucha hasta las últimas consecuencias y que están dispuestos a vencer. ¿A qué está esperando la dirección de STOP para convocar una huelga general de la enseñanza?
No se puede desperdiciar esta oportunidad. Es necesario dar un nuevo paso en la construcción y organización de la lucha, avanzando hacia un paro unificado de todos los trabajadores de la enseñanza del país, en lugar de continuar con los métodos de huelgas pequeñas, escuela por escuela.
Las formas de lucha seguidas hasta este momento han servido para llegar a este punto, pero no se pueden mantener indefinidamente. Los docentes y trabajadores de la enseñanza no pueden vivir en conflicto permanente, con pérdidas salariales y bajo amenazas constantes. Además, el Gobierno está en crisis, desorientado, mostrando cada vez más su desesperación y cometiendo errores continuos. Ahora es el momento de dar un golpe decisivo y ganar aumentos salariales, contratar más docentes y trabajadores de la enseñanza, reducir jornadas, acabar con todas las medidas de preparación para la privatización de la enseñanza y el fin de la precariedad, entre muchas otras demandas que se escucharon el sábado pasado.
Si la dirección de STOP insiste en mantener las cosas como están y agotar los recursos y la energía de los trabajadores, dando tiempo al Gobierno para recuperarse y lanzar un contraataque, la situación se volverá altamente impredecible.
Ya se ha logrado mucho con estos métodos de lucha. Los comités de huelga que han surgido en cada escuela son un brillante ejemplo del camino a seguir para todos los trabajadores. Es necesario avanzar y convocar a un paro general de la enseñanza, votado y organizado en cada escuela por las estructuras ya construidas, mantenidas hasta que el gobierno ceda a las demandas de los trabajadores.
¡Viva la lucha de los docentes y trabajadores de la enseñanza en defensa de las escuelas públicas!
¡Avancemos en la huelga general de la enseñanza!