Cinco exalumnos del colegio concertado y religioso Madre Josefa Campos de Alaquàs, Valencia, han conseguido sacar a la luz que en este colegio un profesor ha sometido a persecución, coacción, intimidación, interrogatorios, terapias de conversión y a sesiones de adoctrinamiento de LGTBIfobia a alumnos de secundaria y de primaria durante más de 10 años.
Las palabras de denuncia de estos exalumnos son terribles: «Hace más de 7 años desde que viví en mi colegio el momento más traumático de mi vida. No lo pude olvidar por más que lo intentara durante toda mi adolescencia. Tardé años en poder salir del armario y sentirme a gusto con mi vida. Impedir borrar ese recuerdo es el principal objetivo del profesor que me provocó el trauma a los 11 años, edad a la que él interviene en sus alumnos ‘desviados’. Este docente intentó realizarme una de sus terapias de reconversión en el propio centro escolar al que iba, en horario lectivo, por sentirme atraído por una persona de mí mismo sexo».
Tal como explican, este profesor iba a la caza de cualquier estudiante que tuviese “pluma” y les sometía a interrogatorios privados y públicos ante el resto de compañeros de clase. Les preguntaba sobre su sexualidad, intimidándolos, culpabilizándolos y realizando charlas en las que proyectaba powerpoints para explicar que “Jesucristo no aceptaba la homosexualidad”, enseñar sobre “masculinidad correcta” y corregir “desvíos”.
Es de un escándalo absoluto. Estos fascistas ultracatólicos están en contra de la educación sexual y exigen Pin Parental cuando se trata de educar en igualdad, feminismo, derechos LGTBI y diversidad sexual. Censuran películas y libros infantiles que muestren la realidad de la sexualidad humana pero cuando se trata de adoctrinar en los valores fascistas, machistas, de opresión y odio a las personas LGTBI tienen carta blanca para hacerlo con total impunidad.
Basta de financiar a esta caterva de curas fascistas y parásitos de la jerarquía católica
Como denunciaba Ignacio Zafa en un artículo para el periódico ‘El País’, la escuela concertada absorbe en este país 1.250 millones de euros públicos al año, además de los 1.000 millones de euros que cobran en cuotas ilegales.
Gracias a este dinero y otros muchos conciertos y partidas entregadas por parte del Estado hemos escuchado decir con total impunidad al obispo de Orihuela-Alicante José Ignacio Munilla que el profesor acusado “ha hecho lo que tenía que hacer” porque el mismo hace terapias de conversión. Estos parásitos de alzacuello y sotana, autores y encubridores de violaciones a menores, de robo de bebés, defensores de la dictadura, hacen todo tipo de arengas fascistas con total impunidad.
Los gobiernos de ultraderecha autonómicos como el valenciano, madrileño, andaluz o castellano-leonés están incrementando brutalmente la financiación hacia la educación concertada y la privada mientras destruyen la educación pública. La ultraderecha quiere fortalecer su control ideológico en la educación, están completamente decididos en llevar a cabo su programa de ataques contra los derechos de las mujeres, del colectivo LGTBI, las lenguas oprimidas y de los derechos democráticos en general.
De hecho, la Consellería de Educación del gobierno valenciano ha respondido únicamente diciendo que llevará adelante una investigación… ¿Es que no son pruebas suficientes las declaraciones de estos exalumnos y las de otros alumnos del centro que se han atrevido a alzar la voz contra este profesor? ¡Este profesor tiene que ser expulsado inmediatamente y se tiene que revocar el concierto inmediatamente de este colegio!
Por eso, el Ministerio de Educación del Gobierno del PSOE y Sumar deben poner fin a este poder que ejerce la Iglesia católica en nuestra educación. Este colegio es el mejor ejemplo de que la moral podrida de la iglesia católica no puede tener cabida en nuestras aulas. El Gobierno no puede seguir mirando para otro lado y seguir retrasando conscientemente la puesta en marcha de una asignatura de educación sexual en todo el sistema educativo para educar en igualdad de género y diversidad sexual. Y eso pasa también por revocar inmediatamente todos los conciertos públicos con la Iglesia y la patronal de la privada, que además tiene estrechos vínculos con la Santa Sede.
Desde el Sindicat d’Estudiants exigimos a la Conselleria de Educación y al Ministerio de Educación que expulsen inmediatamente al profesor autor de las terapias de reconversión, que retire la licencia educativa al colegio Madre Josefa Campos de Alaquàs integrando a todos los docentes en la red pública, que se habiliten las plazas necesarias y acondicionen los colegios públicos del municipio para recolocar a todos los estudiantes del centro en la red pública y que se ponga en marcha una campaña de depuración de docentes machistas, fascistas y lgtbifóbicos en todos los centros educativos, del País Valencià y del resto del Estado.
Hay que acabar con la caverna fascista de adoctrinamiento y control ideológico que es la educación concertada y privada. El profesorado, las y los estudiantes y las familias trabajadoras tenemos que organizarnos y movilizarnos para acabar con todos los conciertos educativos a la privada. Hay que expropiar todos los centros y complejos educativos en propiedad de la patronal educativa y de la iglesia católica para integrarlos en la red pública y poner fin definitivo a que la iglesia y la reacción tengan control sobre nuestra educación y sobre nuestra sexualidad. ¡Exigimos una educación 100% pública, gratuita, laica, científica y donde todas todos y todes semanos iguales!