Contra la violencia LGTBIfóbica y el fascismo: ¡queremos ser lo que somos!

La opresión del colectivo LGTBI sigue siendo insoportable. Los insultos, palizas y asesinatos –como el de Samu en A Coruña el año pasado o el reciente caso del criminal en serie de Bilbo, responsable de arrebatar la vida a cuatro chicos gays– no dejan de crecer. En 2021 se registraron 748 delitos de odio por motivos de orientación o identidad sexual, pero la realidad es que, ante una justicia que se coloca día tras día del lado de nuestros agresores, solo una de cada diez víctimas decide denunciar. Según datos de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, la cifra de ataques que quedan impunes en el Estado Español asciende al 93%.

Al miedo que sentimos cada vez que salimos a la calle, se suma un listado de discriminaciones mucho más invisibles pero igual de dolorosas. Tenemos que ocultar nuestra orientación sexual para encontrar un empleo –el 86,6% de las personas LGTBI consideran necesario esconderla en las entrevistas de trabajo–, se nos condena a un paro crónico –la tasa de desempleo entre la comunidad trans está en el 80%–, ir a nuestros centros de estudio se convierte en un infierno –el 49% de los estudiantes LGTBI sufren acoso escolar– o una persecución constante en nuestro ámbito social y familiar por ser quienes somos –el 58% de las personas LGTBI de entre 13 y 24 años confirma que alguna vez se les ha intentado convencer para que “cambien su sexualidad”. Por no hablar de las terapias de conversión que siguen ocurriendo en pleno 2022.

Es asfixiante. Pero, a pesar de que todas estas cifras son públicas y más que conocidas, hay quienes mantienen su guerra contra el colectivo LGTBI. Los mismos y mismas que niegan la violencia machista son quienes defienden que “necesitamos un día del Orgullo Hetero”, como dijo Francisco José Alcaraz en 2019, senador de Vox por Andalucía.

La derecha y la extrema derecha, el PP y Vox, las sectas católicas y la jerarquía de la Iglesia, con su discurso homófobo, tránsfobo y misógino, promueven la violencia contra nosotras y nosotros. Y lo hacen con impunidad. Ponen en la diana a uno de los colectivos más oprimidos para que los sectores más reaccionarios de la sociedad nos agredan. Sacan a los fascistas a desfilar por barrios pro-derechos LGTBI para acosar y asustar a todo aquel con el que se crucen. Tumban leyes en Parlamentos autonómicos bajo la excusa del “adoctrinamiento LGTBI”. Esto es lo que tienen reservado para nosotros los defensores de la España, una, grande y libre.

Por todo ello, el movimiento LGTBI ha dejado claro su sello antifascista, y que nuestra lucha está vinculada a la feminista, antirracista y por unos servicios públicos dignos en los barrios obreros. Porque, además de ser gays, lesbianas, bisexuales, intersexuales y trans, somos parte de la clase trabajadora.

Sin embargo, es muy indignante ver como esta escalada de agresiones contra nuestro colectivo se está produciendo bajo un Gobierno PSOE-UP. No sólo hemos tenido que soportar que el PSOE con Carmen Calvo a la cabeza hiciera todo lo posible para que la Ley Trans no saliera adelante, o que Grande-Marlaska enviara a los antidisturbios a reprimir manifestaciones proLGTBI. Sino que seguimos sin ver medidas reales que mejoren nuestras vidas. El Ejecutivo insiste en que hay que hay que terminar con la discriminación al colectivo LGTBI. ¿Pero cómo lo harán?  Si siguen sin depurar el aparato del Estado y la judicatura de franquistas, si no se atreven a tocar la Ley de Extranjería ni el negocio de los proxenetas, si nos venden como un gran triunfo una reforma laboral que en nada cambia la del PP, y si siguen sin garantizar una inversión económica masiva en la sanidad pública que nos permita huir de la lacra de las enfermedades mentales que nos golpean. 

A pesar de las leyes aprobadas, de acciones simbólicas como la puesta en marcha del teléfono 024 o de las declaraciones de muchos políticos –ya sean de derechas o “progresistas”– sobre su homosexualidad, nuestra opresión se recrudece con la crisis económica y el avance de la extrema derecha en todo el mundo.

Cada vez somos más los y las que entendemos que no sirven de nada las palabras si no son acompañadas por hechos, y que este sistema no funciona para la gran mayoría. Este 17 de mayo, Día Internacional contra la LGTBIfobia, y todos los días de nuestra vida, desde Libres y Combativas levantamos la bandera LGTBI revolucionaria y anticapitalista. Sabemos que sólo la lucha nos hará libres y que sólo rompiendo con el capitalismo podremos garantizar verdaderamente nuestros derechos, nuestra dignidad y el respeto que merecemos.

¡Únete a Libres y Combativas! ¡Ni un paso atrás contra la LGTBIfobia y el fascismo!

El próximo 17 de mayo es el Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia. Desde Libres y Combativas y el Sindicato de Estudiantes animamos a todos y todas las estudiantes a organizar lecturas de este manifiesto en sus clases, concentraciones en la hora del recreo, colgar banderas, pancartas y murales, y todo tipo de acciones reivindicativas que nos permita decir alto y claro que queremos unas aulas libres de violencia contra el colectivo LGTBI.  

Podéis enviarnos todas las fotos y vídeos que hagáis ese día a través de nuestras redes sociales o al correo somoslibresycombativas@gmail.com