¡Viva la solidaridad de la clase trabajadora y la juventud!
La conmoción es inmensa y el dolor insoportable. Cientos de muertos, que pueden ser muchos más de lo que dicen las cifras oficiales, incontables desaparecidos, miles de casas destruidas, localidades y barrios colapsados de lodo, familias que lo han perdido todo. Sin agua, ni electricidad, ni comida, ni servicios sanitarios.
Tenemos que ser claros. Este crimen social contra las familias trabajadoras de Valencia tiene responsables. Responsables con nombres y apellidos que podían haber evitado lo que ha ocurrido pero no lo han hecho.
Sí. Carlos Mazón y su Gobierno del PP son completamente responsables. A pesar de las numerosas alertas meteorológicas no hicieron nada para advertir a la población hasta las ocho de la tarde, cuando la DANA lo destruía todo. Ellos fueron quienes eliminaron la Unidad Valenciana de Emergencias porque era un “chiringuito”. Son los que recortan en sanidad y educación públicas, y los que durante años han alentado la especulación inmobiliaria sin importarles un pimiento que se construyera en terrenos inundables.
Sí, lo sabían y lo permitieron todo. Y ahora intentan echar balones fuera y sacudirse sus responsabilidades después de días de desprecio completo hacia las víctimas y sus necesidades. ¡Mazón y este Gobierno podrido del PP tiene que dimitir ya! No podemos consentir que sigan en sus puestos un minuto más. Deben irse, ser juzgados por su negligencia criminal e ir a prisión.
Pero el PP ha estado arropado en esta desidia por otros actores. En primer lugar por los Juan Roig y esos grandes empresarios que obligaron a decenas de miles de trabajadoras y trabajadores a permanecer en sus puestos en plena alerta roja, dejando claro que sus beneficios y su avaricia son mucho más importantes que nuestras vidas. Ellos contribuyeron a esta matanza de manera directa. Y cuando se les señala por lo que hicieron, responden de manera despectiva insultando a la gente.
También el Gobierno central de Pedro Sánchez tiene una responsabilidad que no se puede ocultar. ¿Por qué no intervinieron inmediatamente para obligar a la Generalitat valenciana del PP a que actuase? ¿Por qué no movilizaron inmediatamente todos los recursos del Estado a las zonas afectadas, bomberos y equipos de rescate, hospitales de campaña, y maquinaria pesada para desescombrar, retirar coches y limpiar el lodazal?
Que no nos vengan con excusas. Los abrazos de los ministros del PSOE y de Pedro Sánchez con Carlos Mazón en los primeros días, y su paseo con el rey para hacerse la foto, lógicamente ha desatado la indignación de los vecinos y vecinas.
La solidaridad de los trabajadores y la juventud ha sido la clave
Pero frente a esta desidia institucional y este abandono, la juventud y las familias trabajadoras de Valencia, y también del resto del Estado, están dando una lección de dignidad y solidaridad que ha puesto muy nerviosos a los de arriba. Es evidente que la frase solo el pueblo salva al pueblo es una gran verdad.
Miles de jóvenes, de vecinas y vecinos, autoorganizándonos desde abajo, desplazándonos a los barrios y zonas más afectadas para ayudar en lo que hiciera falta, llenándonos de barro hasta las orejas, hemos jugado un papel decisivo para paliar este sufrimiento devastador.
Y ese ejemplo de dignidad contrasta vivamente con aquellos que vienen solo a hacerse la foto, y con esos grupúsculos fascistas miserables que intentan esparcir su demagogia racista y nazi aprovechándose de la catástrofe. Los fascistas y los nazis son los enemigos declarados de la juventud y de la clase obrera, son los mamporreros del capital.
Es evidente que estamos en un momento crítico, y que nuestras compañeras y compañeros de Valencia necesitan de toda nuestra solidaridad y apoyo.
Desde el Sindicat d’Estudiants hemos convocado una huelga general estudiantil desde el lunes 4 de noviembre hasta el martes 12 en todo el País Valencià. Es una cuestión de dignidad y solidaridad. No vamos a volver a las clases mientras nuestros compañeros y compañeras no tienen institutos a los que ir, ni hospitales donde curarse, ni casas donde dormir. Vamos a dedicar todas nuestras fuerzas a apoyar al pueblo, porque somos parte de él.
También hemos convocado a la huelga general estudiantil, en todo el Estado español, el martes 12 de noviembre. Ese día, cientos de miles de jóvenes pararán las clases y se manifestarán en decenas de ciudades en solidaridad con los jóvenes y trabajadores que estamos sufriendo esta tragedia criminal.
La autoorganización tiene que continuar y ampliarse para lograr justicia, reconstrucción al servicio del pueblo, y que los de siempre no aprovechen esta hecatombe para llenarse los bolsillos.
Desde el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria llamamos a
CCOO, UGT, CGT, Intersindical Valenciana, a responder con toda contundencia y exigir la suspensión de la actividad laboral no esencial, con permisos retribuidos para los trabajadores y trabajadoras, y dedicar todas las fuerzas disponibles a la reparación y a la reconstrucción.
El movimiento de indignación que recorre Valencia no va a parar. Por eso debemos continuar con todas las acciones que lo visibilicen, y exigir con fuerza las siguientes medidas:
1. La dimisión inmediata de todo el Govern de Mazón, el juicio y castigo ejemplar a los responsables políticos de tantas muertes, sufrimiento y dolor.
2. El Gobierno central debe aprobar un decreto de emergencia que garantice la atención médica gratuita e inmediata a todos los afectados. Que se obligue por otro decreto a Mercadona y a todas las multinacionales a que pongan a disposición de la población afectada, de forma gratuita, todos los alimentos y productos que se necesitan.
3. Todos los recursos del Estado (de infraestructura, de transporte, de maquinaria, sanitarios…) tienen que ir destinados a solventar esta catástrofe y deben ser financiados con impuestos directos a los ricos, a la banca y a esas grandes empresas. ¡Ni un solo euro de dinero público para que hagan negocio los de siempre!
Los seguros, que son propiedad de la gran banca, deben ser obligados a cubrir el 100% de los daños materiales, y aquellas familias humildes que no posean seguros deben estar cubiertas igualmente al cien por cien por los recursos del Estado.
4. Que el Gobierno central decrete la intervención de hoteles y pisos turísticos para garantizar el alojamiento gratuito de las familias que no pueden vivir en sus casas. Que apruebe otro decreto de emergencia para suspender el pago de los alquileres de las familias y personas afectadas y que no se puedan reclamar posteriormente.
5. Que se tomen medidas enérgicas contra el cambio climático y la destrucción del medio ambiente. Basta de que necios negacionistas de extrema derecha sean los que controlen el urbanismo en las ciudades. Basta de que las empresas se forren con la especulación inmobiliaria.
El 12 de noviembre participa en la huelga estudiantil, en las concentraciones y en los piquetes masivos para limpiar.