¡Por una Huelga General en la CAM!
Es un auténtico terremoto político. Mucho más de medio millón de trabajadoras y trabajadores venidos de los barrios obreros y de las ciudades del sur de la comunidad madrileña hemos inundado las calles del centro de la capital para clamar contra Ayuso y su plan para destruir la sanidad pública.
Una expresión de fuerza de la clase obrera, que ha partido desde abajo, desbordando y denunciando también a la burocracia sindical y sus pactos podridos con la dirigente ultraderechista del PP, y que es la recompensa al tesón y la determinación de los sanitarios madrileños y de decenas de asambleas de barrio por la sanidad pública, que han impulsado una movilización histórica.
Suena 'Canto a la libertad', de Labordeta, en la manifestación por la Sanidad Pública en Cibeleshttps://t.co/KaK42HM0z9
— elDiario.es (@eldiarioes) November 13, 2022
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Está riada humana es también una respuesta a todos los escépticos que permanentemente cargan con su mantra de que la gente no se mueve y no vota bien. ¡Qué lección más poderosa para los charlatanes! Aquí se ve que cuando los trabajadores entienden que hay una convocatoria sería, bien organizada, por objetivos claros y dispuesta a llegar hasta el final, la respuesta es positiva y clara.
No han sido los discursos ni la cháchara lo que ha puesto contra las cuerdas a esta ultraderechista, sino la lucha masiva en las calles, mediante la acción directa, la única forma efectiva para combatir a Ayuso, su chulería, y sus recortes y privatizaciones.
Una manifestación organizada por las Asambleas de los pueblos y barrios de Madrid, por los movimientos sociales, la izquierda combativa y por sindicatos como CGT, AMYTS y MATS, que ya están impulsando paros y huelgas en la sanidad pública, y que no solo supone un duro golpe contra Ayuso y la derecha, también contra los dirigentes sindicales de CCOO, UGT y SATSE, que hace una semana firmaban un vergonzoso pacto con la Consejería de Sanidad avalando su nuevo plan de ataques a las urgencias extrahospitalarias. Una pacto que finalmente han tenido que romper fruto de la enorme indignación y presión de miles de sanitarios, activistas y usuarios.
Esta manifestación monstruo pone en evidencia que sí tenemos fuerza, una enorme fuerza, cuando se pone sobre la mesa una alternativa coherente. La arrogancia de Ayuso y sus constantes provocaciones, junto a un plan que ha llevado a los centros de salud al borde del colapso, ha sido la gota que ha colmado el vaso.
Es un auténtico terremoto político. Mucho más de medio millón de trabajadoras y trabajadores hemos inundado las calles del centro de la capital para clamar contra Ayuso y su plan para destruir la #SanidadPública. ¡Por una #HuelgaGeneral en la CAM!
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Ahora, tras esta impresionante manifestación, es necesario redoblar la presión, comenzando por extender las huelgas al conjunto de la sanidad madrileña, celebrando asambleas masivas en hospitales y centros de salud y constituyendo comités de huelgas con trabajadoras y trabajadores de la sanidad y vecinos de los barrios, y cuestionando unos servicios mínimos que supone en la práctica eliminar el derecho a huelga de miles de trabajadores. Los servicios mínimos tenemos que acordarlos los propios trabajadores, que sabemos qué es qué no es esencial y urgente.
Por otro lado, la defensa de la sanidad pública frente a esta hecatombe a que nos condena Ayuso, nos atañe a todas y todos los trabajadores, jóvenes y vecinos y vecinas de Madrid. Por eso mismo es necesario plantear la convocatoria ya, cuanto antes, de una Huelga General en toda la Comunidad de Madrid, en defensa de una sanidad y educación públicas y de calidad, de todos los servicios públicos, para acabar con Ayuso y su Gobierno reaccionario.
En este sentido, los dirigentes de CCOO y UGT, y de la izquierda parlamentaria, de Más Madrid y UP, deben abandonar su estrategia completamente fracasada de desmovilización para garantizar la paz social. Las miles de declaraciones, ruedas de prensa y discursos parlamentarios no tienen efecto alguno sobre Ayuso y su Gobierno. El único lenguaje que conoce esta reaccionaria es el de la fuerza mediante la movilización masiva en las calles y las huelgas militantes y combativas.
Es hora de pasar de las palabras a los hechos, de los discursos a la acción, como la movilización que hemos vivido hoy demuestra. Si los cientos de miles que hoy hemos ocupado las calles vamos a la huelga general, Madrid quedará paralizado. Como ya vivimos con el 15M, con las Marchas de la Dignidad y las Mareas, cuando la juventud y la clase obrera nos ponemos en marcha, la derecha y la reacción se vuelven impotentes. ¡Ese es el camino! ¡Así sí podremos vencer!