Registros, identificaciones para amedrentar, persecuciones, presencia policial desmesurada, provocaciones de los neonazis de Desokupa… esta es la realidad que se está viviendo el Eko y los activistas que lo componen. El Espacio Sociocultural Liberado Autogestionado Eko es la casa de diferentes asociaciones y colectivos del barrio que luchan por una vivienda digna, los servicios públicos o los derechos sociales y democráticos. Además, es un espacio de ocio y encuentro en el barrio obrero de Carabanchel, en donde se realizan actividades culturales y deportivas sin que reporte beneficio económico a ningún empresario.
Detrás de esta hostilidad hay un intento claro de desaojo por parte del fondo de inversión estadounidense Midtown Capital Partners, que en 2024 compró los terrenos que ocupan el centro. Este fondo multimillonario suma una cantidad de más de 279.000 m2 de activos arrendables, cuyo modus operandi hasta ahora en Madrid consiste en adquirir viviendas en barrios obreros a bajo coste para así a corto plazo especular con dicha vivienda, como ya han hecho en Vallecas, Getafe, Valdemoro y Móstoles.
Esto es lo que hay detrás del proceso de gentrificación de nuestros barrios que convive con la degradación de las zonas más periféricas o aisladas. Especulación inmobiliaria, expansión de los pisos turísticos, encarecimiento salvaje de la vivienda a la vez que en nuestras calles, donde vivimos la clase trabajadora, reina el abandono. Basura que desborda los contenedores, plagas, infraestructuras deterioradas, etc. Lo que la revista Time Out llama “uno de los barrios más cool del mundo”, como ha hecho con el barrio de Lavapies, es en realidad negocio para los adinerados y expulsión de nuestros barrios para la clase trabajadora.
Especulación y represión
Lo ocurrido con el Eko no es casualidad, llevamos presenciando durante estos últimos años un auge de este tipo de negocio por parte de inversores extranjeros, sumado a la notoria y progresiva gentrificación de nuestros barrios que tanto Almeida y Ayuso impulsan con la complicidad de estos fondos de inversión, eliminando progresivamente lo que mantiene viva la esencia de cooperación y resistencia vecinal en los barrios populares de Madrid, como es el caso del Eko.
El apoyo mutuo que se dan los fondos buitre, el Ayuntamiento del Partido Popular y las bandas fascistas se ha redoblado en el caso del Eko, ya que se combina una operación inmobiliaria con un ataque político descarado.
Se trata de destruir 14 años de lucha y convivencia para que los empresarios, los rentistas y los especuladores hagan caja; a la vez que se intenta desarticular la lucha social del distrito. Un dos por uno.
Desde el Sindicato de Estudiantes, queremos mandar todo nuestro apoyo al ESLA Eko de Carabanchel. Por ello, queremos hacer un llamamiento a apoyar las diferentes acciones y convocatorias que surjan en defensa de este espacio de las garras de Desokupa, Ayuso y Almeida.
NUESTROS BARRIOS NO SE VENDEN, SE DEFIENDEN
¡EL EKO NO SE TOCA!