Tras la gran manifestación del domingo 8 de enero, es el momento de convocar huelga general en los servicios públicos de la CAM
Hace 15 años, durante el gobierno de Esperanza Aguirre y como promesa electoral, se proyectó una ampliación de la línea 7 de metro, que consistía en conectar Madrid desde Las Musas hasta el Hospital del Henares. El nuevo tramo, llamado 7B o Metro Este, en realidad formaba parte de una trama de especulación con un coste de 650 millones de euros para las arcas públicas. La empresa adjudicataria de ese tramo fue ACS, una de las empresas implicadas en la trama Gürtel.
A pesar de las advertencias de los técnicos de posibles “colapsos en el túnel del metro y en las edificaciones del entorno”, el Gobierno del PP continuó adelante con el proyecto. Desde su apertura en 2007, la línea de Metro Este ha cerrado hasta en 9 ocasiones y los diferentes Gobiernos de la Comunidad de Madrid han gastado más de 50,8 millones de euros en medidas de rehabilitación. Solo entre el 13 de octubre y el 14 de diciembre de 2022 se gastaron 30 millones de euros, un 59% de lo invertido entre 2007 y 2022.
Sin embargo, estas medidas no han resuelto ningún problema y solo han servido para que el PP intente lavarse las manos en este asunto. La pasada noche del 3 de enero, a la carrera y sin previo aviso, más de 50 vecinos de San Fernando tuvieron que abandonar sus hogares ante la aparición de grietas y la posibilidad de un derrumbe. La Comunidad de Madrid, en un informe pericial de la mañana de ese mismo día, aseguró que no había peligro de derrumbe. ¡Hasta les llegaron a decir a los vecinos y vecinas que volvieran a sus casas! ¡Que todo estaba bien!
El problema no es solo que tengan que desalojar sus casas por la incompetente gestión del PP. En septiembre el Ejecutivo de Ayuso dejó de pagar los alquileres de pisos provisionales para las familias desalojadas en 2021. ¿Dónde dormirán esas familias? Bajo la política de “libertad” de Ayuso, en la calle.
Ese es el miedo que tienen los vecinos ¿Quién puede creer al PP tras más de 20 años de privatizaciones y recortes en los servicios públicos utilizando argumentos demagógicos?
Ante tantos años de engaños y desplantes los vecinos han dicho basta. Han protagonizado una auténtica rebelión contra Ayuso ocupando la oficina de atención de la Comunidad de Madrid y paralizando las obras del Metro. La consigna es clara: “¡Obras o vecinos! ¡Basta ya!”. O realojan a los vecinos en viviendas seguras donde puedan vivir con tranquilidad, o se paralizan las obras. De momento han conseguido paralizar las obras.
Por una huelga general en los servicios públicos de la Comunidad de Madrid ¡Fuera Ayuso! ¡Fuera el PP del Gobierno de Madrid!
Pero esta protesta no es simplemente contra una obra. Las raíces hay que buscarlas en 25 años de gestión del Partido Popular cuya supervivencia económica y política se ha basado en privatizar servicios públicos, regalar suelo público a las empresas privadas y adjudicar contratos millonarios a cambio de comisiones. Así es como se forjó, priorizando el interés de los empresarios frente al del conjunto de los trabajadores madrileños, la trama Gürtel en Madrid. Cuando gritamos “obras o la vida de los trabajadores” estamos recordando la gestión de las residencias de Ayuso que condujo a la muerte a 7.291 ancianos. Estamos recordando como Ayuso construyó un “hospital” nuevo, el hangar Isabel Zendal, con un coste de 170 millones de euros, para adjudicar su gestión a la empresa Serveo, la antigua Ferrovial. No nos olvidamos de la muerte de un niño en Paracuellos del Jarama por no haber médico en el centro de Urgencias de la localidad debido a los recortes y traslados de personal ejecutados por la Comunidad de Madrid.
Como todos los madrileños sabemos, no hay dinero para la educación y la sanidad pública; pero sí para las empresas privadas y para la familia de Ayuso a la que se le concedió un crédito de 400.000 euros aún sin devolver.
Todas las organizaciones de izquierda están de acuerdo en una cuestión ante el problema de los vecinos de San Fernando: hace falta una solución urgente y efectiva. En eso estamos también de acuerdo. Para lograr esa solución, los vecinos, con la movilización del 8 de enero, han marcado el camino. Ayuso está cercada con varios frentes abiertos, entre ellos la huelga de los médicos de Atención Primaria que exigen la contratación de más personal, más medios y unos salarios dignos. Un problema que no es específico de la sanidad, sino que afecta de forma generalizada a todo el sector público. Es el momento de dar un paso más contundente en la movilización contra Ayuso y unir todas las protestas contra sus políticas: hay que organizar una huelga general en los servicios públicos de la Comunidad de Madrid. Hay que echar a Ayuso y desterrar los 25 años de políticas del PP.
¡Metro culpable, Ayuso responsable! ¡Hacia la Huelga General en Madrid!